Si de tu boca han salido o suelen salir en esta época frases como: “En cuanto comienza el buen tiempo me siento más cansada/o”, “cuando llega la primavera se me quita el apetito” o “que mal duermo últimamente”, puede ser que estés sufriendo lo que se conoce como ASTENIA PRIMAVERAL.
Un estado físico de agotamiento que se suele asociar
con el cambio de estación y la adaptación del organismo al mayor número de
horas de luz, y que se traduce en más
cansancio, falta de energía, problemas de concentración, reducción del apetito,
problemas de sueño, fatiga muscular o dolores de cabeza, entre otros síntomas.
¿Quién la puede padecer? En su mayoría personas con edades
comprendidas entre los 20 y los 40 años, en especial los estudiantes. Por ello,
y ya que coincide con la finalización de las clases, tal vez sea necesario un
aporte vitamínico extra, una alimentación sana rica en cereales, frutas y
verduras, realizar ejercicio moderado e intentar dormir cuantas más horas
mejor.