martes, 19 de noviembre de 2013

Un viaje por el aparato digestivo


Este fin de semana he tenido guardia en la farmacia y no he podido ir a Valencia a ver a la familia. El sábado por la noche, cuando salí de la guardia, cenamos con unos amigos en casa. Estuvimos hablando de nuestra infancia y de todas las trastadas que hacíamos en el colegio.

Hablamos de cómo hemos cambiado, de cómo ha cambiado todo, de los dibujos animados como “Dragones y Mazmorras.”
Esto me recordó a las charlas que hago a los niños de los colegios de Socuéllamos sobre la alimentación, desayuno saludable, como protegerse del sol, etc. y decidí que cada cierto tiempo voy a publicar un artículo para que los niños aprendan, como si estuviera dando una charla en la clase.
Todos los artículos van dedicados a las mamás, papás, pero sobretodo a los niños. A veces son muy trastos, pero son la alegría de la casa y de nuestra vida.

Me gustaría explicar qué es, para qué sirve y curiosidades del aparato digestivo.
Cuando nacemos, nuestro aparato digestivo esta inmaduro y necesita un tiempo para que crezca y madure y se convierta como un adulto. Imaginemos que somos un alimento y vamos a empezar el viaje en la boca.
La boca es la entrada del aparato digestivo. Tiene tres funciones muy importantes: la masticación, la trituración y la insalivación. La trituración la realizan los dientes, que trituran, desgarran y muelen los alimentos. Debemos recordad que cuando somos muy pequeños tenemos los llamados dientes de leche y, cuando vamos creciendo, se van cayendo y es cuando viene el ratoncito Pérez y nos deja un regalo a cambio del diente caído.

Cuando estamos triturando los alimentos, éstos se mezclan con la saliva y se forma una especie de masa llamada bolo alimenticio. Después, esta masa de alimento con ayuda de la lengua,  la pasamos al esófago.
Antes de continuar con el viaje debo decir que en la lengua tenemos los sabores: amargo, dulce, salado y ácido.  Como podemos ver en la figura, en el centro de la lengua no tenemos sabor.

Voy a comentar una curiosidad:
-Imaginemos que somos Homer Simpson. Estamos delante de una hamburguesa y empieza a salir saliva de la boca. “Se nos hace la boca agua”. Eso es debido a que nosotros pensamos que nos estamos comiendo la comida y por lo tanto se activa la saliva.

Estamos en el esófago, y nuestra masa de alimento tiene que llegar al estómago, por lo que la función del esófago es llevarlo a él. La boca del estómago se llama cardias y la salida se llama piloro.

En el estómago, nuestra masa se junta con el jugo gástrico y empieza a funcionar como si fuera una lavadora, formando una masa llamada quilo. La masa de alimento que llegaba de la boca se tiene que dividir muchas veces para que nuestro cuerpo pueda coger lo que necesita. Cuando se llena el estómago de comida y seguimos comiendo, el pobre estómago no puede con todo y tiene que echar todo lo que lleva dentro. A esto se llama vómito .Imaginemos a un taller lleno de coches, y vamos llenando con más coches. Al final tienen que salir porque no caben los coches.
La lavadora, es decir, el estómago, tarda mucho en hacer su trabajo. Al menos tarda 2 horas cuando comemos al mediodía, todo va a depender de los que comamos. No es lo mismo comerse 20 jabalís como lo hacia Obélix, que comerse un plato de ensalada.

Cuando la masa de alimento sale del estómago pasa al intestino. Esta masa se llama ahora quimo.
El intestino se divide en dos partes: el intestino delgado y el intestino grueso. El intestino delgado tiene tres partes: el duodeno, el yeyuno y el íleon. En el intestino delgado tiene la función de dividir aún más el quimo para que el cuerpo pueda cogerlo durante su trayecto a lo largo de él. Para este camino tan largo nuestro cuerpo necesita ayuda y lo busca en nuestros amigos el páncreas, el hígado y la vesícula biliar.


En el intestino delgado tenemos unos pelitos muy pequeños que son capaces de coger el alimento necesario para nuestro cuerpo. Si juntamos todos los  pelitos que hay puede llenar una pista de tenis.
¡Impresionante!

El intestino grueso se divide en ciego, colon y recto. Cuando llegamos al intestino grueso, el alimento que no necesita el cuerpo, lo transforma en heces y lo expulsa a través del ano. Es decir: hacemos caquita.

En el intestino grueso tenemos el apéndice, que es un conducto cerrado que sobresale y no tiene función ninguna. Se cree que hace miles de años tenía una función pero con el paso del tiempo, se perdió. A lo mejor dentro de miles de años algunas de las partes de nuestro cuerpo que pensamos que son fundamentales, no lo serán.

Debemos saber que el intestino delgado mide 6 metros de largo, es decir, unos 22 cuadernos alineados uno al lado de otro. Mientras que el intestino grueso mide 1,5 metros.
Espero que os haya gustado y entretenido con la aventura del alimento en el aparato digestivo.

Dedicado a todos los niños, especialmente a los niños de primaria y a todos los maestros del Coso por aguantarme durante estos años.
Os dejo una dirección por si quereis saber algo más del aparato digestivo o de otras cosas interesantes.
witchita81.blogspot.com.es 

Javier Parra Martinez col. CR. 1486


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