Este fin de semana he estado en Valencia para ver a la
familia y a mis amigos. Hablando con ellos me dijeron que últimamente estaban
tomando plantas medicinales como la alcachofa, olivo, ortosifón, glucomanano,
para diferentes tipos de patologías / circunstancias como puede ser el
disminuir el colesterol, para la tensión arterial, etc. En ese instante me
acordé de mi abuelo y de las meriendas que me preparaba. Todo natural, del
huerto, espectacular.
Hace unos años, no tantos, tomábamos todo tipo de alimentos
(dieta mediterránea) con regularidad, pero ahora ya no es así. Muchas veces, ya
se sea por el trabajo, el estrés o cualquier otra circunstancia, no comemos
bien y ni los alimentos adecuados. Con este blog y con los siguientes entregas,
me gustaría que supierais algo de las plantas medicinales (hay muchas), que veáis
las propiedades que tienen y lo que estamos perdiendo al no utilizarlo (siempre
de manera correcta).
El ajo tiene las siguientes propiedades:
A) Favorece la circulación y la presión vascular. Tiene propiedades antitrombóticas (disminuye el riesgo de formación de trombos).
B) Es diurético, es decir favorece la eliminación de líquidos.
C) Es un buen antiinfeccioso. Es muy bueno para luchar contra las infecciones respiratorias, digestivas y renales. También es muy efectivo para las lombrices intestinales.
D) Favorece la digestión.
E) Desinfectante de la piel.
Hay muchas maneras de introducir el ajo en nuestro hábito alimentario.
Mediante pastillas de ajo o cocinando (crudo, frito, etc.). Desde mi punto de vista lo mejor es tomarlo crudo, ya que al cocinarlo se pierden propiedades, como pasa en muchos alimentos.
Siempre había pensado (antes de iniciar la carrera) que los productos naturales se podrían tomar con todos los medicamentos y que servían para todos los pacientes, ya que no era malo y no les hacia daño.
Hoy en día no es así.
Por falta de ensayos clínicos o estudios no sabemos con certeza de cómo influyen las plantas medicinales con los medicamentos y a las personas. Hay plantas que si se saben con certeza como es el hipérico, pero muchas otras no. Con el ajo, debemos tener precaución en pacientes con anticoagulantes, en mujeres con tratamiento con pastillas anticonceptivas (no en todas), antes de realizar una operación, pacientes diabéticos, embarazo y lactancia. No se recomienda en pacientes con hipotiroidismo.
Por ultimo, lo que mucha gente no le gusta es, el aliento
que deja el comer un ajo crudo. Para evitarlo existen remedios caseros como tomar
unos granos de café, un zumo de limón o una ramita de perejil. Es verdad, que
con el cepillado y lavado de los dientes y con tiempo, se suele ir el mal
aliento.
Recomiendo utilizar, si es posible, hilo dental, irrigador
bucal (para eliminar los restos que hayan) y una buena limpieza de la lengua
con un limpiador adecuado. Se que es mucha faena y un engorro, pero os recomiendo que
comáis ajo de vez en cuando.
Javier Parra col. CR 1386 y Ramón Alarcón col. CR. 1425