El fin de semana pasado fuimos a ver a nuestros amigos para llevarles un regalito para Ana.
La verdad es que la niña es muy guapa (y no lo dice su padre). Hablando en el sofá con Juan me comentó que Ana tenía una especie de costra en la cabeza y la pediatra le dijo que era costra láctea. La observé y como dijo la pediatra, era costra láctea.
Le estuve explicando que era, por qué salía y que opciones de tratamiento había.
Le estuve explicando que era, por qué salía y que opciones de tratamiento había.

Aunque suena muy mal estas características de la costra láctea, ésta tiende a desaparecer de forma gradual, por lo que su tratamiento debe de ser conservador, es decir, debemos ser pacientes.
La causa de la aparición de la costra láctea es desconocida. Algunos autores opinan que es debido a una mayor actividad de las glándulas sebáceas influenciadas por las hormonas que provienen de la madre. También se ha relacionado la costra láctea con un déficit en ácidos grasos esenciales o de biotina.
Se recomienda en el tratamiento el empleo de champús suaves sin medicamento. Hay muchas marcas como por ejemplo Mustela, Ducray, etc. Este tema me recuerda que mi madre me untaba de aceite de oliva el pelo para quitar la costra láctea. Ciertamente se puede utilizar aceite de oliva, aceite de almendras o vaselina salicílica.
Existen otros tratamientos como el champú de piritiona de
zinc o sulfuro de selenio al 2.5 %. Los corticoides tópicos se deben de evitar
en la medida de lo posible.
Espero que os sirva estos consejos. No os preocupéis porque
es una patología habitual.
Javier Parra Martinez col CR. 1386
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