jueves, 19 de septiembre de 2013

Cuidados de una sonda

Siguiendo con el artículo escrito anteriormente, muchos pacientes que vienen a la farmacia con alimentación enteral, utilizan la vía oral para alimentarse, es decir, se alimenta a través de la boca. Podemos decir que la nutrición enteral domiciliaria es para pacientes en los que conservan una capacidad intestinal suficiente pero la ingesta de nutrientes es escasa (menos de 1000 kcal y de 30 gramos de proteínas).

Algunos pacientes, por el contrario, llevan una sonda para poder alimentarse. Por ejemplo los pacientes con tumor de cabeza y cuello, con enfermedades neurológicas degenerativas que se acompañan de disfagia (dificultad para tragar alimentos) como es el Parkinson o el Alzheimer, pacientes con esclerosis múltiple, accidente cerebrovascular, parálisis cerebral, etc.
Estas sondas las podemos clasificar según su duración, por lo que tenemos sondas para tratamientos a corto plazo, de 4 a 6 semanas, como son las sondas nasoenterales y naso-gástricas y por otro lado, las sondas para tratamientos a largo plazo, con un tiempo de duración mayor de 6 semanas, las sondas de gastrostomía y las sondas de yeyunostomía.
Las sondas para tratamientos a corto plazo son: nasogástrica (desde la nariz al estomago), nasoduodenales (desde la nariz al duodeno), nasoyeyunales (desde la nariz al yeyuno) y stay-put (doble sonda, una para la compresión gástrica y la otra para nutrir al paciente en el yeyuno). La utilización de una u otra dependerá de si el paciente tiene riesgo de aspiración, problemas en el estomago, etc.

Podemos hablar de cómo se debe administrar la alimentación, el horario, como se coloca la sonda, riesgos que pueden surgir en pacientes con sonda, etc. Pero para mí hay una cosa muy importante a la hora de hablar de sondas y es el cuidado de las mismas. Es fundamental y primordial cómo debemos realizar un cuidado diario de los pacientes con sonda de manera adecuada para prevenir futuras complicaciones.
En este articulo me gustaría hablar de los cuidados que debemos tener con sondas nasoenterales. Lo vamos a explicar en cuatro puntos diferentes:
1) Cuidados de la fijación de la sonda: la sonda debe fijarse a la piel de la mejilla o de la nariz con esparadrapo hipoalergénico de seda o de papel. El esparadrapo debe cambiarse diariamente y siempre que esté pegado, procediendo de la siguiente manera:
- Sostener bien la sonda para que no se mueva y desprender suavemente el esparadrapo viejo.
- Lavar la piel con agua caliente y jabón suave, aclararla y secarla.
-Mover cuidadosamente la sonda rotando sobre la misma para cambiar la zona de contacto con la nariz.
-Comprobar la correcta situación de la sonda, tomando como referencia la medida del segmento exterior (desde su salida de la nariz hasta el extremo) o las marcas de posicionamiento de la sonda.
-Fijar la sonda a la mejilla con esparadrapo, de tal manera que no quede tirante ni presione sobre el ala de la nariz. Es necesario cambiar el punto de fijación a la piel para evitar irritaciones. La fijación a la nariz disminuye el riesgo de salida o de malposición accidental.
Posteriormente debemos cortar unos 7 cm de esparadrapo y de estos 7 cm, cortamos 4 cm a lo largo por el centro. Luego fijamos la parte ancha sobre la nariz y enrollamos las dos partes estrechas sobre la sonda.

2) Limpieza de la sonda: debemos limpiar diariamente la parte externa de la sonda con agua tibia y jabón suave y luego aclararemos. Hay que limpiar el interior de la sonda inyectando 30-50 ml de agua con la jeringa, después de cada toma de alimentación, si se trata de una alimentación discontinua (es decir, administrando con jeringa o con bolsa en periodos de 8-12 horas) y cada 6-8 horas si es continua (es decir, cada 24 horas) para evitar que se depositen residuos de fórmula que puedan obstruir la sonda. Debemos lavar la sonda cada 4 horas con 15-30 ml de agua independientemente de cómo se administre la alimentación.

3) Cambio de sonda: se debe cambiar la sonda siempre que esté ennegrecida, obstruida, si presenta grietas u orificios, en caso de extracción voluntaria o accidental. Las sondas se deben cambiar aproximadamente cada 2 meses.
4) Cuidados de la nariz y de la boca: limpiar los orificios nasales con un palito de algodón mojado con agua tibia. Hay que cepillar los dientes y la lengua al menos dos veces al día así como enjaguar con agua y con antiséptico. Debemos evitar que los labios se resequen y por lo tanto, utilizaremos una crema hidratante o vaselina siempre que sea necesario.

Antes de terminar me gustaría comentar un tema importante desde mi punto de vista: la utilización de medicamentos por sonda. Debemos saber que es preferible utilizar las formas líquidas, soluciones o suspensiones en lugar de jarabes, ya que estos últimos tienen un pH más ácido y pueden ocluir con mayor facilidad la sonda. Siempre hay que diluir estas formas en 10-20 ml de agua.
Se recomienda administrar por sondas las soluciones más viscosas en último lugar. En el caso  de que utilicemos comprimidos y haya que triturarlos, se recomienda diluir el polo conseguido con 10-20 ml de agua. No se debe triturar los comprimidos/cápsulas con cubierta entérica, de liberación retardada, de administración sublingual, comprimidos efervescentes, cápsulas que contengan gránulos y las cápsulas gelatinosas que contienen líquidos.

Espero que os ayude un poquito en los cuidados de una sonda.
Javier Parra Martinez col. CR.1386

No hay comentarios:

Publicar un comentario