Es verdad que hace unos años los prospectos eran más difíciles de entender, pero hoy en día, muchos de ellos han cambiado para mejor.
Hay gente que empieza a leer un prospecto y tarda mucho tiempo en ello.
Me gustaría explicar brevemente los puntos que tiene un prospecto. Si nos basamos en el prospecto de la claritromicina, por ejemplo, y seguimos punto por punto encontraremos los siguientes:
1) Qué es y para que se utiliza: es decir, si el medicamento es un antibiótico, antiinflamatorio, analgésico (para el dolor) y para qué se utiliza (como para las infecciones, dolores musculares y para la fiebre respectivamente).
Debo incidir en que no siempre las indicaciones que nos dice el prospecto coinciden con el médico. (Por ejemplo: Atarax se ha empleado para inducir el sueño a niños).
Hay gente que empieza a leer un prospecto y tarda mucho tiempo en ello.
Debo incidir en que no siempre las indicaciones que nos dice el prospecto coinciden con el médico. (Por ejemplo: Atarax se ha empleado para inducir el sueño a niños).
Es verdad que la cantidad de medicamento que pone el prospecto no tiene porqué coincidir con lo que nos dice el médico. No significa que está mal, al igual que al beber ampollas que pone la caja que solo se puede pinchar o colirios que se administran en los oídos y pone el prospecto que solo se puede administrar en el ojo.
6) Información adicional: habla principalmente de la composición del medicamento con sus excipientes y del responsable de la fabricación del medicamento.