Hablamos de cómo hemos cambiado, de cómo ha cambiado todo, de los dibujos animados como “Dragones y Mazmorras.”
Esto me recordó a las charlas que hago a los niños de los colegios de Socuéllamos sobre la alimentación, desayuno saludable, como protegerse del sol, etc. y decidí que cada cierto tiempo voy a publicar un artículo para que los niños aprendan, como si estuviera dando una charla en la clase.
Todos los artículos van dedicados a las mamás, papás, pero sobretodo a los niños. A veces son muy trastos, pero son la alegría de la casa y de
nuestra vida.
Cuando nacemos, nuestro aparato digestivo esta inmaduro y necesita un tiempo para que crezca y madure y se convierta como un adulto. Imaginemos que somos un alimento y vamos a empezar el viaje en la boca.
La boca es la entrada del aparato digestivo. Tiene tres funciones muy importantes: la masticación, la trituración y la insalivación. La trituración la realizan los dientes, que trituran, desgarran y muelen los alimentos. Debemos recordad que cuando somos muy pequeños tenemos los llamados dientes de leche y, cuando vamos creciendo, se van cayendo y es cuando viene el ratoncito Pérez y nos deja un regalo a cambio del diente caído.
Cuando estamos triturando los alimentos, éstos se mezclan
con la saliva y se forma una especie de masa llamada bolo alimenticio. Después,
esta masa de alimento con ayuda de la lengua, la pasamos al esófago.
Antes de continuar con el
viaje debo decir que en la lengua tenemos los sabores: amargo, dulce, salado y
ácido. Como podemos ver en la figura, en
el centro de la lengua no tenemos sabor.
-Imaginemos que somos Homer Simpson. Estamos delante de una hamburguesa y empieza a salir saliva de la boca. “Se nos hace la boca agua”. Eso es debido a que nosotros pensamos que nos estamos comiendo la comida y por lo tanto se activa la saliva.
Estamos en el esófago, y nuestra masa de alimento tiene que llegar al estómago, por lo que la función del esófago es llevarlo a él. La boca del estómago se llama cardias y la salida se llama piloro.
La lavadora, es decir, el estómago, tarda mucho en hacer su trabajo. Al menos tarda 2 horas cuando comemos al mediodía, todo va a depender de los que comamos. No es lo mismo comerse 20 jabalís como lo hacia Obélix, que comerse un plato de ensalada.
Cuando la masa de alimento sale del estómago pasa al intestino. Esta masa se llama ahora quimo.
El intestino se divide en dos partes: el intestino delgado y el intestino grueso. El intestino delgado tiene tres partes: el duodeno, el yeyuno y el íleon. En el intestino delgado tiene la función de dividir aún más el quimo para que el cuerpo pueda cogerlo durante su trayecto a lo largo de él. Para este camino tan largo nuestro cuerpo necesita ayuda y lo busca en nuestros amigos el páncreas, el hígado y la vesícula biliar.
En el intestino delgado
tenemos unos pelitos muy pequeños que son capaces de coger el alimento
necesario para nuestro cuerpo. Si juntamos todos los pelitos que hay puede llenar una pista de
tenis.
¡Impresionante!
En el intestino grueso tenemos el apéndice, que es un
conducto cerrado que sobresale y no tiene función ninguna. Se cree que hace
miles de años tenía una función pero con el paso del tiempo, se perdió. A lo
mejor dentro de miles de años algunas de las partes de nuestro cuerpo que
pensamos que son fundamentales, no lo
serán.
Debemos saber que el intestino delgado mide 6 metros de largo, es decir,
unos 22 cuadernos alineados uno al lado de otro. Mientras que el intestino
grueso mide 1,5 metros .
Espero que os haya gustado y entretenido con la aventura del
alimento en el aparato digestivo.
Dedicado a todos los niños, especialmente a los niños de primaria
y a todos los maestros del Coso por aguantarme durante estos años.