Añadir una comida a media mañana y otra a media tarde permite tener energía durante toda la jornada para hacer frente a la actividad diaria.
La costumbre
gastronómica está marcada por tres comidas diarias. El desayuno, la comida
y la cena,
que han sido tradicionalmente la principal fuente de ingestión de alimentos.
Sin embargo, se comienza a cuestionar esta costumbre y se apuesta por añadir
dos tentempiés más a la dieta diaria; uno a media mañana y otro a media tarde.
El objetivo es conseguir que el cuerpo cuente durante toda la jornada con la
energía suficiente para hacer frente a la actividad diaria, además de facilitar
la digestión y evitar los atracones al llegar a la comida o a la cena con gran
apetito. En el caso de las personas mayores, cuatro comidas diarias pueden ser
suficientes, ya que su gasto energético es menor que el de los niños, a los que
conviene acostumbrar a comer cinco veces al día, enseñarles a no abusar de
alimentos ricos en azúcar, grasas o sal.
Un último consejo:
no hay que confundir el “picoteo”
con las comidas entre horas; y hay que saber que lo importante no es que al final del
día se haya consumido la cantidad diaria recomendada de calorías, sino que
éstas hayan estado bien repartidas.
Judit
Jareño Osa
Diplomada
en Nutrición Humana y Dietética.
Nº de
colegiado: CLM00049
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