lunes, 30 de diciembre de 2013

Nutricionista en Pequefarma. ¿Qué son los Antioxidantes?

Para entender que es un antioxidante es necesario entender primero que son los radicales libres. Se puede considerar a los radicales libres como fragmentos de moléculas que son responsables de lesiones en los tejidos. Estos se producen en la mayor parte de las células corporales como subproducto del metabolismo; los radicales libres importantes son el oxígeno, el superóxido, los radicales de hidroxilo, el peróxido de hidrógeno y metales de transición. Los radicales libres que se forman dentro de las células pueden producir la muerte celular.



Beneficios
El ADN es muy sensible a la oxidación por los radicales libres y éstos podrían jugar un papel importante en las mutaciones que preceden al desarrollo de un cáncer. 

Los antioxidantes son mecanismos corporales para proteger a las células de los efectos nocivos de los radicales libres.

El cuerpo tiene defensas contra  enfermedades e infecciones. Las vitaminas E, C y los beta carotenos (precursores de la vitamina A), el selenio y otros oligoelementos en menor proporción (como el zinc, selenio, hierro y el cobre), además de los fotoquímicas, son antioxidantes que tienen funciones importantes en este sentido, por lo que actúan para defender al organismo contra un sinnúmero de enfermedades crónicas.



El daño por oxidación celular puede lesionar las defensas corporales contra algunos cánceres. Un estudio, revela que ciertos alimentos y bebidas con poder antioxidante ayudan a preservar el funcionamiento sexual, a prevenir infartos y a alargar la vida. Los beta carotenos protegen contra los rayos X y contra cáncer pulmonar. 

En el proceso de envejecimiento, los radicales libres causan cambios degenerativos en el sistema inmunológico, lo que quizá conduce a la formación de cataratas, placas ateroscleróticas, artritis y enfermedades de Parkinson. Los antioxidantes trabajan precisamente evitando la acción dañina de los radicales libres.

Existen suplementos vitamínicos en el mercado que pueden ser útiles en el caso de no tener una alimentación adecuada. Sin embargo, se debe siempre consultar al profesional de la salud para utilizarlos correctamente, ya que un exceso puede producir consecuencias adversas y muchos productos en el mercado tienen cantidades que sobrepasan lo recomendado.



La evidencia científica también sugiere que podrían colaborar a favor de otras patologías como la osteoporosis y los problemas intestinales y que pueden contribuir en la disminución de artritis, las alergias y la enfermedad de Alzheimer.

Judit Jareño Osa 
Diplomada en Nutrición Humana y Dietética.
Nº de colegiado: CLM00049

lunes, 16 de diciembre de 2013

Nutricionista en Pequefarma: Una dieta equilibrada

Ahora que se acerca la Navidad será difícil limitarse a comer alimentos sanos, aún así, alimentarse bien podría ser uno de nuestros propósitos de Año Nuevo. Por si esta idea estaba ya rondando vuestras cabezas, nuestra colaboradora nutricionista nos da algunas pautas:

Cuando hablamos de dieta equilibrada, nos estamos refiriendo a aquella forma  de alimentarnos que nos permite obtener de los alimentos los nutrientes necesarios para mantener nuestra salud y que se adapta a nuestras necesidades individuales: edad, sexo, altura, composición corporal, actividad física, estilo de vida, así como cualquier otra condición vital.



Para lograr una alimentación adecuada se recomienda el consumo de una amplia variedad de alimentos. Una dieta variada  garantiza el aporte no solo de los nutrientes requeridos, sino también, el consumo de cantidades suficientes de componentes alimentarios que, aunque no sean nutrientes, tienen efectos biológicos e influyen en la salud y la vulnerabilidad a las enfermedades. Este es el caso de la fibra alimentaria, el caroteno beta así como de otras sustancias menos conocidas (fitoquímicos) que se encuentran  exclusivamente en los vegetales. Las dietas ricas en estos fitoquímicos ayudan a reducir el riesgo de desarrollar determinados canceres.



Comer es uno de los grandes placeres de la vida”
 La elección de alimentos depende no solo de las necesidades energéticas y de nutrientes que tiene el ser humano sino que hay otros aspectos que influyen en las preferencias alimentarias: disponibilidad de alimentos, políticas económicas, tradiciones culturales y religiosas, ideas sobre la salud, razones de comodidad, publicidad, etc. La familia  juega un papel importante en la selección de los alimentos y la planificación de menús.  



Existen diferentes maneras de combinar los alimentos para hacer dietas saludables, pero también apetitosas que contribuyan a mantener el placer por la  comida.

La alimentación es muy importante para la salud en cualquier etapa de la vida.



Judit Jareño Osa
Diplomada en Nutrición Humana y Dietética.
Nº de colegiado: CLM00049


jueves, 12 de diciembre de 2013

Nutricionista en Pequefarma: Diferencias entre Alimentación y Nutrición

La mayor parte de las veces utilizamos los términos Alimentación y Nutrición como si fueran sinónimos, y precisamente no significan lo mismo. A partir de este artículo que nos ofrece nuestra colaboradora nutricionista aprenderemos a utilizarlos con propiedad y veremos qué tipo de alimentos no deben faltar en nuestras comidas:


DEFINICIÓN Y DIFERENCIAS ENTRE ALIMENTACIÓN Y NUTRICIÓN

ALIMENTACIÓN: Proceso por el que se hace llegar al aparato digestivo un conjunto de materiales sólidos o líquidos a los que llamamos alimentos.
Proceso externo, voluntario y educable.



NUTRICIÓN: Constituye un conjunto de procesos mediante los cuales el organismo recibe, transforma y utiliza sustancias químicas obtenidas en los alimentos y que constituyen los materiales necesarios (nutrientes) para el desarrollo y mantenimiento del organismo humano.
Proceso interno e involuntario.



Clasificación de los alimentos:

Alimentos energéticos: dan energía al organismo para respirar, caminar, jugar, estudiar, saltar y correr. Son los cereales, tubérculos, raíces, legumbres, las grasas comestibles y azúcares.

Alimentos plásticos: ayudan a crecer a nuestro organismo, forman parte de nuestros tejidos, ayudan a desarrollar la mente. Son la leche y sus derivados, la carne, el pescado, el marisco, el huevo y las vísceras.

Alimentos reguladores: nos protegen de enfermedades, y ayudan a que todas las funciones se realicen correctamente dentro de nuestro cuerpo. Son las verduras, las frutas y las hortalizas.



Judit Jareño Osa
Diplomada en Nutrición Humana y Dietética.
Nº de colegiado: CLM00049

martes, 3 de diciembre de 2013

Nutricionista en Pequefarma: La Adolescencia

A lo largo de nuestra vida pasamos por muchas etapas alimentarias diferentes: nos influye la edad, nuestro entorno, los que no rodean e incluso las modas, pero quizá en nuestra adolescencia cuando más nos influye el uso que hagamos de la comida. De ello nos habla en su primer post una nueva colaboradora que unimos al Club de expertos Pequefarma, se llama Judit y es Diplomada en Nutrición y Dietética. Atentos a lo que nos cuenta:




La adolescencia es una etapa de la vida con unas connotaciones fisiológicas muy importantes y con unos cambios en la maduración  emocional y social tan importantes que casi siempre la hacen “inolvidable”. Spranger (1948) resume estos cambios como el descubrimiento del yo, formación progresiva del yo, formación progresiva del “plan” para el día de mañana e incorporación a nuevas esferas de la vida. El adolescente tiene que aceptar sus cambios morfológicos; tiene que buscar un  nuevo concepto de sí mismo y desarrollar su autoafirmación por su necesidad de autonomía. Este periodo supone, en definitiva, el paso de niño/a a hombre/mujer, transformación que, a priori, es una de las más intensas de la vida.

Todos estos cambios pueden influir favorable o desfavorablemente en la conducta alimentaria del adolescente. Es importante saber cómo afectan estos cambios al comportamiento alimentario de los adolescentes, ya que es frecuente que en esta etapa comiencen a presentarse desordenes alimenticios, unas veces imbuidos por modas yAtentos  corrientes sociales, otras por excesivas exigencias internas y externas, y a menudo por una mezcla de ambas.


Durante la adolescencia, dado que la mayor parte de los cambios que se producen son fisiológicos (maduración sexual, aumento del peso, aumento de la talla, etc.), los requerimientos nutricionales son muy elevados, por lo que es necesario un adecuado control de la alimentación e imprescindible asegurar el aporte suficiente de nutrientes, para no caer en déficit ni en carencias que puedan ser origen de alteraciones y trastornos de la salud.

También debemos asegurarnos de que los adolescentes conozcan cómo y por qué deben alimentarse bien y los riesgos que corren cuando modifican, con criterio meramente personal, las pautas y hábitos alimentarios.



Probablemente la adolescencia será la última oportunidad de aplicar normas dietéticas y consejos de promoción de la salud antes de la instauración de hábitos de la edad adulta, que (en muchos casos) ya serán definitivos.

Judit Jareño Osa
Diplomada en Nutrición Humana y Dietética.
Nº de colegiado: CLM00049